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Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen ofrecieron una actuación magistral para poner fin a la espera de ocho años de Finlandia por un ganador local en el Secto Rally de Finlandia, alzándose con una victoria récord hoy.

La pareja dominó el rally más rápido en la historia del Campeonato Mundial de Rallyes de la FIA, manteniendo una velocidad media de 129,95 km/h durante cuatro días de acción a toda velocidad para ganar por 39,2 segundos.

Su triunfo culminó un fin de semana extraordinario en el que Toyota Gazoo Racing logró el segundo 1-2-3-4-5 en la historia del WRC, igualando la hazaña de Lancia en el Rally de Portugal de 1990. Juha Kankkunen participó en ambos: como piloto en 1990 y hoy como subdirector del equipo con sede en Jyväskylä.

Rovanperä se puso líder en la primera especial del viernes por la mañana y no cedió el control, aumentando metódicamente su ventaja a lo largo del fin de semana. El drama del sábado vio a los rivales de Hyundai, Thierry Neuville y Adrien Fourmaux, eliminados de la contienda por desinflados de neumáticos idénticos y le dio al piloto de 24 años un respiro crucial de cara a la final del domingo. 

Unas pasadas impecables por la legendaria etapa de Ouninpohja aseguraron que la primera victoria de Rovanperä en casa nunca estuviera en duda, a la vez que lo catapultaban de nuevo a la contienda por el campeonato. Ahora se sitúa segundo en la clasificación, a solo tres puntos del líder Elfyn Evans, tras la novena de las 14 pruebas disputadas.

"Es una sensación increíble", declaró Rovanperä. "Obviamente, hemos estado cerca en varias ocasiones aquí y sentí que realmente necesitábamos repetirlo este año. Muchas gracias a todos en el taller por el gran trabajo que hicieron con el coche. Trabajamos muy duro para este fin de semana; estuve conduciendo al límite y forzando al máximo. Necesitábamos los puntos, y al final fue un buen resultado".

Tras el ganador, se desató una intensa batalla por las posiciones restantes del podio, con tan solo 8,9 segundos de ventaja sobre Takamoto Katsuta, Sébastien Ogier y Evans en la meta.